Teatro Lara, lunes y martes, inicio de semana y cuerpos pesados en el arranque de la misma. Mala combinación para trasnochar sabiendo que en este recinto, los eventos musicales suelen acabar muy tarde. Pues bien, en esas condiciones, por dos días consecutivos, Luna han vendido todo el papel, justificando que la gira española de su año de reunión, se haya convertido en una colección de fechas que abarcan un mes, algo impensable en cualquier otra banda foránea. Siempre quisimos a Luna, y se lo hemos demostrado. ¿Qué nos han dado a cambio?
Pues, al menos en lo que respecta al segundo día de su parada en Madrid, una delicia de concierto de los que serán difíciles de olvidar en este 2015. Toda la clase que hizo que Luna fueran lo que fueron, volvió a quedar patente, y aquella magia que destilaban en directo, capturándonos a muchos allá por los noventa, sigue en pie, y me consta por lo visto ayer, para seguir dejando asombrados a quienes no vivieron aquellos días. Grandes Luna, sin una voz más alta que otra, sin alharacas sin poses gratuitas ni imposturas de rock-star, son unos tipos corrientes que hacen una música excelsa. Diez años después, son capaces de seguir donde lo dejaron. Puedes ver nuestras fotos del concierto en nuestro álbum de Flickr, y escuchar las canciones que sonaron en la lista de Spotify que hemos creado con el setlist.
Pero antes que ellos, y con un Lara aún medio vacío, aunque con goteo constante de gente llegando, salieron a escena tres jóvenes londinenses llamados Flowers, que pasearon su dulce dream-pop, materializado en su debut Do What You Want To, It’s What You Should Do (2014), y que contó con el nada desdeñable respaldo a la producción del, por muchos añorado, ex-Suede Bernard Butler. Mención aparte a las prisas por tocar rápido y dar paso a Luna, que las horas ya no estaban para florituras, el trío proporcionó una más que agradable entrada, quizá marcada por un exceso de linealidad en su propuesta, especialmente en el monotonal modo de cantar de Rachel Kenedy, dulce, pero siempre en lugares comunes, pero que sirvió para descubrir un muy interesante trabajo de Sam Ayres a la guitarra, capaz de sostener la rítmica navegando entre coletazos smitherianos y propuestas más cercanas en el tiempo, dulcificadas en distorsión, como podrían ser las de The Pains of Being Pure At Heart. Además de eso, el chaval nos ganó la atención a algunos que, siendo más jóvenes que él, bailábamos los hits del rock siniestro en los mismos modos en los que él acompasó anoche los sonidos que salían de su guitarra. Y es que estos guiños, intencionados o no, a veces nos llegan.
Y por fin turno de Luna. Como siempre, saliendo a conectar sus cables, con el divismo como palabra ignota en su diccionario, y arrancando con la precisa Slide un recital de quince temas, que pueden sonar, así malamente contados, a poca cosa, pero que alargados como ellos hacen, y retocados como ellos hacen, al final saben a mucho…, pero también a poco, por las muchas ganas de más que te dejan. El caso es que la cosa comenzó brillante en lo instrumental, y algo flojo en las voces. Seamos francos. Dean Warehan nunca ha sido un dechado como cantante, ni ganas que le pone, pero es que a Britta Phillips si quiera se le oían los coros. Resuelto el problema con el segundo capotazo protagonizado por Malibu Love Nest, quizá su última gran canción, todo empezó a rodar mejor.
Un concierto que fue de menos a más. Déjenme explicarlo. Luna habían preparado un repertorio digno del evento, recorriendo épocas, en mayor o menor medida, sin dejarse casi nada en el tintero, a modo representativo, de todas sus épocas. Por tanto no había medias tintas ni calentamientos. Desde el principio los temazos se acumulaban uno detrás de otro, y las excelencias de esta banda, sus bellas composiciones, las preciosistas percusiones de Lee Wall, el infalible amigo en la sombra que es el bajo de Britta, las letras de Warehan, y esas líneas de guitarra que él y Sean Eden trazan en surcos que se alejan y se juntan, y a veces se fusionan, y a veces se vuelven a separar para acabar amándose de nuevo, nos acompañaron en toda la velada. Y sin embargo…
…tuvo que llegar This Time Around, octava de su serie, para que soltaran definitivamente el freno de mano, y para que, arrastrando a la vez al resto de la banda, todas y cada una de las canciones que restaban se sublimasen en lo que Luna siempre en directo ha explotado mejor: la prolongación rítmica y guitarrera, las pequeñas modificaciones sobre el original que añaden matices celebrables y sonoramente emocionantes, que se pusieran en círculo para escucharse los unos a los otros y componer una auténtica sinfonía de rock delicado y expresivo en cada una de sus notas, con sus crescendos y sus remansos, sus momentos de épica y su poesía intrínseca, de sus momentos más pop, a sus ramalazos de trovadores urbanos de fin de siglo XX.
Y así, fueron llevándonos hasta el final, haciendo crecer el clamor de los aplausos, repasando su historia, desde los años de clamor con Friendly Advice o Bewitched, a las delicadezas pop de Tracy I Love You, pasando por sus orígenes con Indian Summer, y sin olvidar sus versiones, esta vez encarnadas en Bonnie & Clyde, hasta acabar con dos infalibes que no podían faltar: la emocionante Slash Your Tires y la hipnótica, y por momentos épica, 23 Minutes in Brussels, reconvertida casi en una jam session, con la que se cerró una noche brillante, tierna, para el recuerdo, y que supo a poco con lo mucho que nos dieron.
Simpáticos y corrientes, como siempre, está por ver si esta reunión de Luna dará para algo más. De momento nos quedamos con un día que puede ser para enmarcar para todos aquellos que amamos a esta banda, y que da ganas de salir detrás de ellos por el resto de fechas que tienen por España. Una banda única y genuina que nunca hizo ruido, y que se merece un pedestal en la historia de aquello que aconteció en los noventa. Están de vuelta. Si puedes, no los dejes pasar, tú, amante del indie. Luna te abrirán perspectivas que hace no mucho, se cerraron.
Setlist (lista de Spotify con los temas ordenados): Slide, Malibu Love Nest, Chinatown, Sideshow by the Seashore, Lost in Space, Speedbumps, Going Home, This Time Around, Friendly Advice, Tracy I Love You, Bewitched, Bonnie & Clyde, Indian Summer, Slash Your Tires, 23 Minutes in Brussels.
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